“Esperamos que no ocurra un genocidio industrial como en los ´90”, advierten desde la CAME
«El año pasado, no hubo un mes en que la industria fabrique lo mismo que en el 2023. Mes a mes fue mermando la actividad industrial, más en las PyMEs», afirmó Alberto Kahale.
El delicado momento económico, con precios que no bajan y crecimiento de despidos, se parece profundizar con la pérdida de unidades productivas. Porque, esta semana, se conoció el cierre de las empresas Dánica, Dass y Bajo Hondo, tres firmas que se suman a las más de 16.000 que sucumbieron en el primer año de Gobierno de Javier Milei.
En diálogo con Radio Universidad, el titular de la Federación Económica de Buenos Aires y vicepresidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Alberto Kahale, dio cuenta de la importante crisis en el sector industrial: “En el caso de Dánica, era socia de nuestra cámara hace 70 años, por lo que es un golpe muy duro”.
Además, alertó que, de no haber un cambio de rumbo o algunas medidas que beneficien a las industrias y a las PyMEs, los cierres pueden continuar: “En el interior de la provincia de Buenos Aires, hay muchas empresas que están viendo cómo hacer para continuar con las persianas levantadas. La idea es que no haya ventajas para unos pocos”.
En ese sentido, aseguró: “Esto es consecuencia de la ampliación de la economía desde el año pasado”. “Desde CAME, que participa en federaciones de todas las provincias del país, vemos que no hubo un mes en que la industria fabrique lo mismo que en el 2023. Mes a mes fue mermando la actividad industrial, más en las PyMEs”, aseveró.
Por eso, hizo hincapié en la desregulación de la economía y la apertura de importaciones: “La industria no se mueve y, con esta apertura, esperamos que no ocurra un genocidio industrial como en los ´90”. “No se puede aplicar la misma política que en los ´90, sino que hay que apuntar a un desarrollo a través de la producción nacional para exportar al mundo”, afirmó.
En esa línea, subrayó: “No puede ser que entren productos del exterior, aun para consumo interno, con competencia distinta”. “Resulta que un comerciante o un industrial que fabrica el mismo producto en el país tiene una carga impositiva enorme. Eso es algo que tiene que corregir el Gobierno”, cuestionó.
Por último, vaticinó: “Creo que este año puede llegar a ser de equilibrio”. “Durante el 2024, tanto la industria y el comercio, fuimos para atrás. Además, los tarifazos en los servicios fueron un golpe muy duro porque un industrial que consumía 200.000 pesos de luz, pasó a gastar 15 millones. Y al consumidor le pasó lo mismo”, concluyó.
Fuente: El1Digital