Una fábrica matancera en peligro por el aumento de costos y caída de las ventas
Cristales San Justo Interrumpió la producción hace más de 5 meses y si la reanuda, sumaría deudas. Está a cargo de una cooperativa, en la que aseguran que «la importación nos mató».
Una fábrica de vidrio de San Justo está amenazada por el fuerte aumento de los costos y la caída de las ventas por las importaciones: tuvo que suspender la producción el 30 de setiembre, y aunque era por 5 meses, por ahora no hay fecha cierta para que la reanude.
Se trata de la Cooperativa de Trabajo Limitada Cristales San Justo, que elabora ópticas para autos y artículos de bazar. Su principal egreso es el costo del gas con el que funciona el horno, que pasó de 350 mil pesos en diciembre de 2015 a 1 millón de pesos en la actualidad. Y la caída de ventas se registra en la línea de bazar, como consecuencia de la importación.
En diálogo con este medio, el integrante del área comercial de la cooperativa, Cristian Ruiz, señaló que “la situación está complicada, porque las ventas no despegan y aumentan los costos. Nos encontramos ante la tormenta perfecta”, graficó.
“Nuestra cooperativa es gas-dependiente, y por eso es que realizamos gestiones para obtener una tarifa diferencial, o que se vuelva al sistema que había con el anterior gobierno, cuando el fluido lo comprábamos a la empresa estatal Enarsa, con un menor valor que una privada”, señaló Ruiz.
Precisó luego que “de los 350 mil pesos que pagábamos de gas por mes en diciembre de 2015, pasamos en febrero de 2016 a 800 mil pesos, a raíz del aumento tarifario y la devaluación, porque se toma para las industrias como referencia el dólar; en la actualidad está en 1 millón de pesos”.
Ante la imposibilidad de hacer frente a los pagos, la producción se paralizó desde el 30 de setiembre por 5 meses, tiempo durante el cual se fueron abonando las deudas y se fue consumiendo el stock de artículos.
El horno que fabrica vidrio ya tendría que estar funcionando, pero la idea es que ocurra a mediados o fines de abril “con la expectativa de comenzar a endeudarnos”, advirtió Cristian Ruiz, quien lamentó que “hay 70 personas con ganas de trabajar, pero las perspectivas no son buenas”.
Con relación a la fabricación de ópticas para autos, el integrante de la cooperativa recordó que el mercado es de reposición, “ya que desde 2000 no se fabrican más vehículos con ópticas de vidrio”.
Y sobre los artículos de bazar, dijo que “la importación nos mató, porque una copa que nosotros hacemos por 14 pesos, la importada viene por 12 pesos, vienen artículos de Colombia, Brasil, México e incluso China”.
E indicó que la posibilidad de exportar al mercado brasileño plantea un problema de costos “porque hay que vender al 50 por ciento de los valores de acá”.
Posteriormente Cristian Ruiz comparó la actual situación con lo ocurrido en 2001 “cuando la empresa quebró, estuvimos un año en la calle y logramos que la fábrica volviera a funcionar a través de una cooperativa. Estamos de pie, pero no le vemos salida”, aseveró.
Fuente: Diario Popular
