Un círculo virtuoso del desarrollo con eje en las MiPyMes
La extensión de la Línea de Créditos para Inversión Productiva con un criterio de federalización, concentrando la asistencia en las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMes), constituye una excelente noticia para el sector. Precisamente, los $ 37.400 millones que se prevé otorgar a MiPyMes en esta primera mitad de 2015 (50% más que en el semestre pasado), representan una consolidación de un proceso que en los últimos tres años elevó en alrededor de 12 puntos porcentuales la participación de las PyMes en el crédito a empresas. En la actualidad, casi la mitad del financiamiento bancario a las actividades productivas y de servicios corresponde a pequeñas y medianas empresas, un «ratio» que –sin lugar a dudas– ascenderá durante el ejercicio recientemente iniciado.
Y esta mayor oferta de crédito seguramente encontrará una demanda receptiva. En particular, porque las MiPyMes no siempre cuentan con el suficiente respaldo que brinda la reinversión de utilidades, el acceso al mercado de capitales y/o el sustento de las casas matrices como sucede con las grandes corporaciones. De esta forma, siempre el financiamiento en cantidades y a tasas accesibles es bienvenido por parte del pequeño empresariado dado que su carencia suele constituir un “cuello de botella” irresoluble en el desarrollo de la actividad.
Debe recordarse que –a pesar de los esfuerzos emprendidos por las autoridades– alrededor de la cuarta parte de las pequeñas y medianas empresas industriales tienen dificultades para apalancar sus proyectos de inversión con financiamiento bancario.
En este punto, corresponde detenerse a evaluar la forma de asistir a este conglomerado de micro, pequeños y medianos emprendimientos que representan el 99% del total de empresas del país y que generan el 60% de los puestos de trabajo de la economía. Y una herramienta valiosa está constituida por las facultades que se desprenden del Presupuesto de la Nación y de los recursos que resigna el Sector Público destinándolos a regímenes de promoción económica. Concretamente, la pregunta que puede formularse es si con un adecuado rebalanceo de los mismos en favor de las MiPyMes no es factible generar un círculo virtuoso que impulse el desarrollo de estos emprendimientos. De esta forma, la optimización de las “palancas” que dispone el Estado puede representar un factor de desarrollo, tal como lo viene constituyendo este exitoso direccionamiento del crédito que propone esta nueva fase de la Línea de Créditos para Inversión Productiva.
Fuente: InfoNEWS