Son más de 250 los chicos que hacen prácticas laborales en la Universidad
La UNLaM presta colaboración con la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense para que los alumnos tenga su primera aproximación al mundo del trabajo.
Diariamente, la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) le abre sus puertas a un grupo de alumnos de escuelas técnicas que llegan para realizar prácticas laborales como parte de su formación estudiantil.
Con el objetivo de incorporar aptitudes que les permitan complementar los conocimientos que reciben en las aulas, actualmente son más de 250 los chicos que se están desempeñando en una diversidad de sectores y con diferentes tareas en esta Casa de Altos Estudios.
Principalmente, los hay en áreas vinculadas a saberes tecnológicos como la Secretaria de Informática, el Centro de Atención de Usuarios, Desarrollo y Soporte Técnico. Aunque otros -según la orientación de sus escuelas- se desempeñan en Mantenimiento, en Seguridad e Higiene y hasta en Coordinación Técnica.
Todos tienen el objetivo de desarrollar un aprendizaje, enfrentar situaciones que pongan a prueba sus saberes y trabajar en distintas acciones para poder relacionarse con el ámbito laboral y adquirir la experiencia necesaria.
En algunos casos, por ejemplo, se dedican a acompañar a los profesionales de la Universidad en la supervisión de las obras de construcción, en la confección de informes técnicos, el control del cumplimiento de las medidas de seguridad de los trabajadores, el relevo de la ubicación de matafuegos y salidas de emergencia y el diseño de planos, entre otras tareas. También, hay quienes realizan prácticas de laboratorios y cursos extracurriculares.
“El objetivo indirecto que tienen estas prácticas es que el alumno, al estar adentro de la Universidad, vea que es un mundo accesible y al que puede pertenecer, que pueda perderle el miedo interactuando con todo el entorno universitario”, explicó el titular del Departamento de Ingeniería e Investigaciones Tecnológicas, Osvaldo Spositto,
Para la propia Universidad, el hecho de recibir a los chicos de las escuelas técnicas también representa una ventaja debido a que les permite a los docentes “detectar hasta donde llega la formación del alumno y adecuar las currículas de las carreras según sus competencias”, agregó el decano.
Las prácticas profesionalizantes son parte del plan de estudio de las escuelas técnicas de la Provincia de Buenos Aires desde que se instituyó la ley que las regula en el año 2005, aunque las mismas se comenzaron a aplicar en 2013 cuando, por primera vez, los estudiantes llegaron al último año de ese diseño curricular.
Todos los alumnos, en su último año de cursada, deben hacer al menos 200 horas de prácticas en el área de la familia profesional de su tecnicatura. Este año, hay 14.500 chicos bonaerenses bajo esta metodología de educación.
La UNLaM integra un grupo de más de 3.900 industrias, empresas, instituciones y organismos que colaboran con la iniciativa de la Dirección General de Cultura y Educación. Si bien el 65 por ciento son del área privada, también las hay de la órbita pública.
Fuente: El1 digital