¿Qué es una incubadora de ideas de negocios?
A tono con la tendencia global, los espacios de formación de empresas son en la Argentina una propuesta muy atractiva para aquellos que tienen un proyecto. ¿Cómo se fortalece el ecosistema emprendedor en las etapas iniciales?
Cuando un niño nace antes de término, debe permanecer en una incubadora. Pero los bebés que requieren una atención especial no son los únicos que deben atravesar un periodo de incubación: las ideas de negocios también.
Antes de que una empresa salga a la luz, los emprendedores reciben el asesoramiento de profesionales de distinta áreas que aportan su conocimiento técnico y administrativo, para disminuir los riesgos durante los primeros años de vida.
Hay cientos de casos de éxito que se pueden mencionar, pero el comentario de un amigo me hizo reflexionar sobre esto: «Tengo una idea de negocios, y ahora qué hago», me preguntó.
Los modelos de incubadoras han tomado mucha fuerza en el mundo y la Argentina no es ajena a esta tendencia. Los emprendimientos que se desarrollan en ellas incrementan las posibilidades de éxito en más de un 50 por ciento. Sin lugar a dudas, las incubadoras se presentan como una propuesta muy atractiva para aquellos que tienen un proyecto con potencial para desarrollar un negocio, un servicio, etc. y buscan un terreno fértil donde plantar esa semilla para que crezca.
Para contestar esa duda, consultamos a Tomás Costanzo, coordinador de Campus Emprear, una organización que potencia emprendedores, suministrando las herramientas (orientación, capacitación, networking, marketing y asistencia integral) necesarias para su desarrollo en la etapa de formación de las pymes.
¿Qué es una incubadora?
Una incubadora es un programa que acompaña a emprendedores mientras sus proyectos dan los primeros pasos. En general, suelen ser programas de formación, mentoría y/o consultoría que, en muchos casos, cuentan con espacio físico para los emprendedores. A través de estos programas, podrán transitar los primeros meses, críticos para el surgimiento de un nuevo emprendimiento, de manera más fluida, contenidos y acompañados por profesionales con experiencia en las diferentes áreas que conforman las necesidades del proyecto para esos primeros meses… Tecnología, Legales, Negocios, Finanzas, entre otras.
¿Se necesita tener un proyecto o una idea?
Algunas incubadoras tienen como requisito que el proyecto esté en marcha, tenga su prototipo (primera versión del producto o servicio) funcionando. Otras incubadoras piden que el proyecto tenga facturación, es decir, que tenga sus primeros clientes. Es poco frecuente ver programas que acepten emprendedores que sólo tengan ideas. Campus Emprear surge con ese gran diferencial. El requisito para postular es tener una idea.
¿Cómo es el proceso de postulación y selección de un proyecto?
Cada proceso es distinto, depende la organización. Las postulaciones se suelen realizar a través de plataformas web que facilitan las incubadoras donde podemos completar todos los datos del proyecto. Dependiendo de los requisitos que tenga la incubadora, se evaluarán los proyectos y aquellos que cumplan con el criterio de selección, avanzarán a una instancia de entrevistas personales, donde la incubadora conocerá a los emprendedores, resolverá dudas sobre el proyecto y luego, los finalistas serán elegidos para sumarse al programa.
¿Hay que tener un equipo de trabajo o se puede iniciar el proceso de manera individual?
Tener un equipo de trabajo significa haberle contado la idea a otra persona y haberlo entusiasmado para que se sume al proyecto. Eso es bueno y habla bien del fundador. ¿Es necesario? Para iniciar el proceso, no; se volverá una necesidad más adelante. Algunos programas colaboran con los fundadores en la búsqueda y conformación de sus equipos. Contar con el equipo incorrecto, lleva a los emprendimientos a fracasar antes de terminar el primer año. Es muy importante que la decisión de compartir el proyecto se base en aspectos estratégicos, más que emocionales. Un hermano o un amigo pueden ser muy buenas personas, pero no necesariamente las personas que necesito como socios. Muchas veces, eso coincide y es muy positivo que ocurra de esa manera. Cuando no ocurre, es un problema porque se mezclan las emociones y las cuestiones familiares/personales con los negocios. Creo que el mejor equipo tiene tres patas: negocios, tecnología y producto. Esto dependerá del sector y la actividad del proyecto, pero siempre recomiendo ese trío. El equipo es fundamental, sin ninguna duda.
¿La incubadora brinda financiamiento o se debe invertir dinero propio?
Esto dependerá de cada programa. Algunas incubadoras surgen de la mano del Estado como una herramienta para incentivar la economía desde la generación de microemprendimientos. En esos casos, suelen incluir montos dentro de sus programas en concepto de capital semilla o incentivo para la creación de nuevas empresas, es decir, asignaciones que funcionan como subsidios, que no deberán ser restituidas al Estado.
Esto ocurre en Argentina y en muchos otros lugares. Un programa muy conocido en el mundo emprendedor a nivel global, Startup Chile, tiene estas características y forma parte de una decisión del gobierno de Chile de incentivar económicamente a nuevas empresas, sin importar su origen, que quieran radicarse en el país. En los casos donde el programa de incubación tiene origen privado, puede incluirse un monto de inversión inicial, aunque no es requisito fundamental. En caso de incluirse, el programa suele convertirse en socio y pasar a tener participación accionaria, pero esa es otra pregunta.
La inversión es un componente que está más relacionado con otras instancias de desarrollo de los proyectos. Por ejemplo, aceleración, es decir, la búsqueda de nuevos mercados. Muchos emprendedores creen que la clave está en la inversión o en el dinero. Personalmente, creo que emprendedor con dinero, en estas instancias, es mono con navaja. En los primeros meses de la creación de nuestros proyectos, es necesario tomarse el trabajo de validar los supuestos del negocio, hablar con los clientes para obtener feedback, aprender, implementar y volver a hacerlo, en un ciclo que nunca termina. Una vez que las bases del negocio estén consolidadas, vamos a poder tener una proyección financiera más consolidada y tendremos un estimado del monto que necesitamos salir a buscar. Algunos proyectos deciden generar un flujo de ingresos suficiente como para autoabastecerse en términos financieros. Es una cuestión que se debe analizar ad-hoc, es decir, caso por caso.
¿Cuánto dura el proceso de incubación?
El proceso de incubación puede durar entre 4 y 12 meses, aunque dependerá del sector y actividad de cada proyecto. Existen programas de corta duración y otros que no tienen restricciones, aunque miden resultados. Otras incubadoras, ofrecen espacio físico y contención hasta que el proyecto haya generado sus ingresos para poder seguir adelante. El tiempo de incubación dependerá, en primer lugar, del programa y en segundo lugar, de cada proyecto.
¿Cómo se mantiene la seguridad de propiedad de la idea?
Este es un tema que generaría un debate de muchas horas. En el nuevo mundo de la globalización y la tecnología, contar tu idea es permitir crear los lazos para que sea posible. Un potencial socio, un futuro cliente, la competencia. En todas esas instancias, las ideas encontrarán su valor agregado. Una idea sin implementar, no vale nada. No son las buenas ideas las que nos llevan al éxito, sino las ideas que pudimos implementar. Es mejor una idea pobre con un buen equipo y un prototipo funcionando, con pocos clientes a una idea encerrada en un cajón. La teoría del caos dice que, en este momento, muchas personas están pensando en tu misma idea. ¿Cómo lograr que no logren ser exitosos? No hay manera. La mejor manera es logrando que nuestra idea se implemente de la mejor manera. ¿Significa que publique mi idea y todos los secretos del oficio? Tampoco. Existen herramientas legales que nos permiten proteger una idea, una marca, un concepto. Es importante conocer estas opciones desde un principio, pero evitar contar la idea por miedo a que me la roben es cosa de otro siglo.
¿La incubadora se queda con una parte del proyecto o empresa?
Las incubadoras que surgen de la mano del Estado no suele tener participación accionaria sobre cada proyecto. En el caso de las incubadoras privadas, suele ser una práctica frecuente ya que el éxito de la empresa, dependerá del éxito de las ideas que incube. Legalmente, se denomina cesión de equity. Muchas veces, los proyectos no cuentan con una sociedad y en esos casos, se utilizan mecanismos legales que dejan constancia que el emprendedor, cuando constituya una sociedad, cederá parte a la incubadora.
Cada caso es una particularidad. En lo general, creo que utilizar estos mecanismos y quedarse con una parte, implica un mayor compromiso de parte de la incubadora, porque pasan a ser tus socios y su éxito dependerá del futuro de tu proyecto.
¿Existe algún otro tipo de compromiso con la incubadora?
Existen otras maneras de que la incubadora pueda obtener beneficios a partir de la relación con el incubado. Existen otros conceptos que permiten a la incubadora generar un valor a partir de comisiones que afecten las ventas, el dinero que reciban de parte de inversores durante el programa de aceleración. Esto dependerá de cada caso.
En el marco de la promoción de la actividad emprendedora, desde Campus Emprear convocan a todos aquellos que tengan una idea o proyecto, a presentarlo hasta el 31 de julio. Dudas o consultas: info@campus.emprear.org.ar
Gerardo González | ggonzalez@infobae.com para InfoBAE