La importación de notebooks y tablets se dispara 200%: HP, Lenovo, Dell y hasta Apple disputan un negocio de u$s650 millones
Los equipos del exterior ya copan el 95% del mercado. Las marcas nacionales mantienen un pequeño nicho o directamente se traen de China. Cuáles son las marcas que se disputan un mercado que no para de crecer, tras la baja de impuestos propiciada por el Gobierno.
El proyecto de contar con computadoras nacionales quedó definitivamente desmantelado. Hoy, pensar en un mercado dominado por marcas con impronta local, quedó reducido a una lejana utopía.
Ese plan fue posible mientras la administración de Cristina Kirchner protegió a las empresas con impuestos y aranceles elevados y un control férreo sobre las importaciones.
Sin embargo, el cambio de era modificó el juego por completo: el plan que se propuso el macrismo a comienzos de 2017, cuando anunció su estrategia de desmantelar la producción doméstica para alentar la competencia y abaratar los precios de los equipos, ya es una realidad.
El millonario negocio de las notebooks, netbooks y tablets en la Argentina hoy está dominado por equipos del exterior, principalmente de China y de países del sudeste asiático.
Como contrapartida, el market share de los dispositivos nacionales quedó reducido a su mínima expresión.
Entre 2012 y 2014, las compañías que ensamblaban computadoras «albicelestes» –bajo marcas como Olivetti, CX, PC Box, Banghó o Exo- llegaron a tener el 70% del mercado y, en la cresta de la ola, abastecieron al mercado con casi 2,5 millones de equipos.
Sin embargo, la realidad hoy es completamente diferente: en 2017 salieron de estas líneas de montaje apenas 300.000 equipos nacionales.
Esto no sólo implicó un derrumbe de casi 90% desde el récord alcanzado tres años atrás, sino también una participación de mercado casi marginal, de apenas 6%.
En otras palabras: en un puñado de años, las empresas nacionales vieron cómo perdieron más de 60 puntos de share (ver cuadro).
Sucede que en la actualidad Tierra del Fuego ya no produce y sólo subsisten algunos proyectos de nicho en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires
«Actualmente, muchas de las empresas que antes operaban en el país, se volvieron o completamente importadoras o compran la mayor parte afuera y complementan con alguna línea que todavía les es rentable hacer en la Argentina», señala Carlos Scimone, gerente de CAMOCA.
«Está claro que las computadoras nacionales sufrieron la competencia del exterior y hoy apenas subsisten un par de proyectos», recalca.
Como contrapartida, las portátiles importadas (incluyendo notebooks, netbooks y tabletas) pegaron un salto exponencial: el año pasado cerraron con casi 4,6 millones de unidades, anotando un salto del 100% y copando así más del 93% del negocio.
Además, se trata de un récord histórico en lo que respecta a la importación de estos dispositivos.
Lo que más llama la atención, sin dudas, es el boom que registraron las notebooks, que es sin dudas la «categoría estrella»: el año pasado ingresaron al país casi 1,3 millones de equipos, un volumen un 200% más elevado que el que ingresó en 2016.
Frente a estos números, las emprsas de retail celebran la medida: «Desde que se avanzó con esta decisión no sólo tuvimos un incremento en los volúmenes comercializados sino que también hubo una baja de precios real y comenzaron a llegar equipos más modernos, en sintonía con la tendencia mundial», destacó el directivo de una de las cadenas más grandes de la Argentina.
Así, comparte la misma visión que brindaron desde el Ministerio de Producción, que avanzó con la decisión de reducir impuestos en abril de 2017.
Según destacaron desde esa cartera a iProfesional, desde que se aplicó la medida «los precios locales de las computadoras bajaron, subieron las ventas y los equipos de mayor potencia ganaron mercado«.
Cabe destacar que el precio promedio de los dispositivos durante 2017 fue de u$s581, casi 20% más bajo que el de 2016.
Respecto de la llegada de notebooks más actualizadas, el informe de Producción resaltó que el último año las ventas de computadoras con procesadores más potentes (iCore) representaron el 47% del total, mientras que en 2016 equivalían al 38%.
Fuentes de la cartera que conduce Francisco Cabrera aseguraron a iProfesional que la quita del arancel «repercutió de manera transversal en toda la economía al bajar el costo de un insumo básico y favorecer la creación de un mercado de más y mejores computadoras, beneficiando a los consumidores».
El objetivo del macrismo al avanzar con esta estrategia fue que los precios de los dispositivos comercializados en el país achicaran el gap respecto de Chile.
Según Producción, en 2016 los valores domésticos para estos equipos se ubicaban, en promedio, un 50% por encima de los de la nación trasandina.
Ahora, según un relevamiento realizado por iProfesional, ya hay unidades que cuestan lo mismo o incluso menos que en los locales de Santiago, lo que generó que Chile perdiera terreno como plaza para el «turismo shopping».
Los dueños de un negocio de u$s650 millones
Según datos de Aduana a los que accedió en exclusiva este medio, en 2016 el negocio de importación de portátiles movía unos u$s352 millones.
En tanto que en 2017 se expandió hasta los casi u$s650 millones, lo que implicó un salto del 84%.
A la hora de analizar el ranking de los «peso pesados» de este mercado que está en pleno auge en la Argentina, se observa que la empresa número uno de la categoría es Hewlett Packard.
En total, ingresó equipos a la Argentina por un total de u$s147,5 millones, lo que le permite ostentar un share cercano al 23%.
Le siguió la compañía Lenovo, con operaciones de importación superiores a los u$s110 millones, en tanto que Noblex se ubicó en el tercer puesto, tras haber registrado compras al exterior por u$s58 millones.
El top 5 de los principales jugadores del negocio de portátiles en el país (incluyendo notebooks, netbooks y tablets), se completa con Dell (u$s52,4 millones) y Acer (u$s46 millones).
En la actualidad, este grupo de empresas ya explica el 65% del mercado de computadoras personales.
Un dato interesante es que Apple, por el elevado precio promedio de sus dispositivos, pasó a ubicarse dentro de los 10 mayores jugadores del segmento, más precisamente, en el puesto 9, con ingresos de equipos por casi u$s19 millones.
Sin embargo, si se consideraran volúmenes operados, entonces la marca estadounidense caería al puesto 31.
Reconversión acelerada
La contracara del entusiasmo que muestran desde el Gobierno y las cadenas de retail está dada por las empresas locales que antes tenían predominio en el mercado.
Desde CAMOCA se lamentan por el hecho de que la medida oficial desmanteló varios proyectos para los cuales se habían realizado importantes inversiones.
«Estamos hablando de equipos de última generación, que nuevos valen entre u$s2 y u$s3,6 millones«, apuntó. Sin embargo, tras la baja abrupta de impuestos y los problemas de competitividad de la producción local, comenzó el «plan desarme».
Dos de esas máquinas se reexportaron a Estados Unidos; otra se envió a Tierra del Fuego y se reconfiguró para producir otros artículos de electro. De modo que, según Scimone, hay seis «fierros» a la venta y juntando polvo en los depósitos.
Este movimiento estuvo acompañado por la pérdida de puestos de trabajo.
Desde Camoca aseguraron que «en el mejor momento, las empresas llegaron a contar con una planta de 3.000 empleados, lo que garantizaba una capacidad de producción de hasta 3 millones de computadoras portátiles«.
En cambio, en la actualidad, «el sector ocupa entre 250 y 300 personas».
Sin embargo, desde el Gobierno defienden la medida: el secretario de Comercio, Miguel Braun, afirmó que la decisión contribuyó a favorecer el acceso a la tecnología, «fundamental para contar con Pymes cada vez más competitivas, para que puedan crear más empleos y reducir la brecha digital».
En este contexto, Scimone aseguró que las únicas compañías que por ahora están produciendo notebooks nacionales son menos de cinco.
«Quedaron en pie Banghó, Exo y Air Computers. Prácticamente todo el resto de las firmas que estaban en el sector se reconvirtió y otras dejaron de operar», apuntó el directivo.
«Algunas importan desde China con su propia marca, otras son licenciatarias de compañías internacionales, en tanto que están las que se transformaron en distribuidoras», enumeró.
¿Es negocio fabricar computadoras en este escenario?
Desde Camoca plantearon que se trata únicamente de un nicho y que, en determinadas líneas, todavía es viable, aunque no hay perspectivas de que vaya a crecer el volumen.
«Lo único que se hace ahora en la Argentina son notebooks de 15,6 pulgadas, que son las que están reemplazando a las PC de escritorio. Todavía hay cierto margen para pelear con lo que viene de afuera. Pero en productos de bajo costo, especialmente tablets, es directamente imposible», concluyó.
Fuente: iProfesional