La construcción, sectores de la industria y las pymes, en contra de una devaluación
Referentes industriales reconocieron que el escenario político se perfila hacia una variante de continuidad y alientan el estímulo de la «competitividad sistémica». El resultado de la elección porteña impactó en los cimientos de los gremios patronales que, de a poco, asumen la nueva realidad y se limitan a proponer «las medidas que creen necesarias».
Ya el impacto de la elección porteña en la que Rodríguez Larreta, el delfín capitalino del precandidato presidencial Mauricio Macri, que obtuvo una victoria ajustada e inesperada en el balotaje, había producido un cimbronazo en los pasillos de las principales entidades empresarias de la Argentina.
Para agravar el dolor de cabeza de los sectores empresariales más proclives a una política de «shock de confianza» (ajuste y megadevaluación), además, el intendente porteño saliente decidió reivindicar, a su modo, la política de estatizaciones desenvuelta por el kirchnerismo en la última década.
Según consignó Tiempo Argentino, los aduladores del libre mercado no tardaron en manifestar su orfandad a nivel de candidaturas presidenciales una vez ocurrido el desplante oportunista y de dudosa credibilidad propiciado por Macri con el propósito de recuperar el terreno electoral resignado en las urnas de la Ciudad de Buenos Aires. Tal como señaló este diario en la edición del lunes último, el «círculo rojo» (según lo denominara el propio Mauricio) empezó a explorar un «Plan B» frente al desaire electoral.
Para Osvaldo Rial, «Scioli va a ser el presidente de las pymes y las economías regionales, ya lo dijo claramente y por eso tiene gran consenso en el sector.
Los referentes de entidades como el Foro de Convergencia Empresaria, la Mesa de Enlace o la Asociación Empresaria Argentina empezaron a revisar sus planes de cara a la próxima contienda de agosto. Varios analistas interpretaron la corrida cambiaria y la suba del dólar ilegal (que ya roza los $ 15) como una forma de manifestarse del sector financiero y agroexportador con el propósito ya no de promover una candidatura opositora sino de presionar con su poder de fuego a la propia candidatura de Daniel Scioli para que, en su hipotético gobierno, contemple sus intereses. Sin embargo el viernes último, en un acto en Tandil, el candidato a presidente por el FPV, definió tajantemente que «las grandes devaluaciones las pagan los trabajadores» y que la fórmula que encabeza representa «el espacio político de la industria nacional».
Según este mismo diario pudo demostrar, el misimísimo Luis Betnaza, miembro del directorio de Techint, candidato a conducir la UIA a partir de las elecciones de octubre-noviembre próximo y tradicional delfín de Macri en la entidad fabril, habría designado a su operador de confianza Daniel Novegil (CEO de la firma Ternium perteneciente al grupo Techint) a que diera inicio a una ronda de reuniones con los equipos del sciolismo con el fin de acercar posiciones e ir redefiniendo los términos de una relación para un posible futuro tercer mandato del FPV.
Tiempo conversó con referentes y representantes de las entidades empresarias más vinculadas con la producción, el consumo y el mercado interno para evaluar la lectura política que hacen del actual escenario así como las previsiones en el desenvolvimiento de la macroeconomía de acá a las elecciones de octubre y, a su turno, el impacto de la misma en el escenario electoral. Así, referentes de la industria alimenticia, la construcción y las Pymes industriales analizaron la situación.
Daniel Funes de Rioja, titular de la COPAL, entidad que representa a las empresas productoras de alimentos de todo el país y de toda escala y que, además, preside la Organización Internacional de Empleadores (OIE), declaró a este diario que, entre el empresariado que representa, «no hay ni expectativas eufóricas, ni pesimismo con respecto a que las elecciones puedan influir negativamente en la economía. Hay una actitud cauta esperando que los candidatos, digan que van a hacer frente a los problemas que existen. Es que como no están diciendo exactamente lo que van a hacer nosotros le decimos cómo vemos la cosa y qué haríamos. No le pedimos que nos digan qué van a hacer. No tiene sentido, no es tiempo de respuestas. Eso viene después del 25 de octubre». explicó.
Por su parte, Juan Chediak, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), opinó que «hasta las elecciones las cosas van a seguir exactamente como están. En general hay actividad. El problema que atravesamos ahora nosotros son los retrasos en los pagos de la Dirección Nacional de Vialidad, cuyo orígen desconocemos. Vivienda anda muy bien y gasoductos también», analizó. De hecho, los datos del Índice Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) del mes de junio, difundidos el viernes, arrojaron un incremento interanual del 11,5 por ciento.
«Tenemos que buscar mayores niveles de inversión y a partir de ahí trabajar sobre las cualidades sistémicas de la economía y no sobre un solo tipo de variable».
El titular de COPAL, sin embargo, analizó la realidad de su sector en forma menos optimista. Funes de Rioja explicó que «la industria viene de casi dos años de una tendencia de contracción, más acentuada en los últimos meses de 2014 y principios de este año. Ahora tenemos ciertas expectativas desde el punto de vista general de la industria, con una menor contracción en los próximos meses» aunque explicó que «mientras hay sectores que ven una posibilidad de no tener una profundización del panorama recesivo hay otros que no ven la luz al final del túnel». La referencia estuvo dirigida a «las economías regionales cuya competitividad está seriamente afectada por factores externos e internos: las dificultades en mercados como Brasil, Rusia y parcialmente la UE y a la presión fiscal interna acumulada de Nación, Provincia y municipios, costos logísticos sumamente elevados, altos costos laborales no salariales que tornan los impuestos al trabajo muy fuertes, además de algunos temas burocráticos que no se han resuelto como las devoluciones de IVA y de reintegros que terminan gravando y limitando el capital de trabajo de las empresas afectando en particular a las Pymes regionales.» detalló.
El titular de Camarco, por su parte, continuó pronosticando que, de todas formas, «cualquiera que sea el candidato que gane, la obra pública y la educación no pueden ser variables de ajuste porque así autolimitaríamos el crecimiento. Nadie puede pensar que, a pesar de lo que se ha hecho, no falte una inmensidad. Sin las obras de infraestructura necesarias el país no puede desarrollarse». puntualizó.
Daniel Funes de Rioja explicó que, desde COPAL, prepararon un documento con las propuestas de la entidad para resolver los problemas sectoriales. Reconoció que, además de acercarlo al jefe de gobierno «para tratar de solucionar alguno de esos problemas de acá a diciembre», también se puso en consideración de los equipos técnicos de los candidatos a presidente para las elecciones. Allí, explicó que fueron la Fundación DAR ligada a Daniel Scioli y PENSAR, de Mauricio Macri las que «más interés demostraron y con quienes tuvieron, por pedido de ellos, un mayor contacto. También lo acercamos a los equipos de Massa y Sanz». Con todo, evitó dar definiciones sobre política económica aclarando que «nosotros no definimos la macro, podemos plantear nuestros problemas en el marco de una política económica determinada. Buscamos fórmulas para lograr una mejor competitividad y creemos que hay que hacerlo sector por sector. Si alguien quiere cambiar la política macro, igual va a tener que hacer esta tarea micro y meso, porque la competitividad tiene que ser sistémica», concluyó.
José Urtubey vice presidente de la UIA, en diálogo con Radio América, definió claramente la visión de un sector creciente de la entidad al señalar que «cuando buscamos competitividad por el tipo de cambio no nos fue bien» y continuó puntualizando que «tenemos que buscar mayores niveles de inversión y a partir de ahí trabajar sobre las cualidades sistémicas de la economía y no sobre un solo tipo de variable».
Para Osvaldo Rial de la UIPBA, «la elección en capital es una clara señal de que la gente no quiere volver a la época del trueque y la confiscación de los depósitos. Estamos en una época en la que volvimos a empezar a crecer y vamos a seguir creciendo al 3 o 4%». pronosticó.
Frente a las definiciones de política económica Juan Chediak coincidió con Funes de Rioja en que en su carácter de representante gremial su tarea es «colaborar con el gobierno mostrándole qué es lo mejor que podemos hacer». Pero sí se animó a una definición sobre la política económica y el debate sobre el tipo de cambio: «La UIA manifestó serios atrasos en el tipo de cambio. Pero en la construcción el 99,9% de los insumos son hechos en argentina, mano de obra, cemento, asfalto, energía, ingeniería etcétera. Desde el punto de vista egoísta no nos afecta. Sí afecta al sector agropecuario y a la industrial y, por eso, nos puede afectar en una etapa posterior porque una caída del mercado interno y el consumo impacta en la obra privada. Una devaluación brusca nos perjudicaría porque disminuiría la capacidad de compra de la gente en el sector de vivienda». resumió.
Para Osvaldo Rial, «Scioli va a ser el presidente de las pymes y las economías regionales, ya lo dijo claramente y por eso tiene gran consenso en el sector. Genera previsibilidad, profundización del modelo y certezas. Habla de lo que todos queremos hablar: desarrollo, inversión, mejorar la competitividad con transporte y logística. Es el candidato de la producción y el consumo». se entusiasmó.
Fuente: InfoNEWS