KLAUKOL: avanza el operativo de ACUMAR en el barrio Las Mercedes
Como se resolvió en la última de las audiencias en las que participaron los vecinos autoconvocados, responsables de la empresa y organismos de derechos humanos, se inició el censo que se propone conocer cuál es el estado de salud de los vecinos.
Semanas atrás, Vecinos Autoconvocados contra KLAUKOL resolvió levantar el acampe que permaneció en la plaza San Martín de San Justo durante casi un mes. El motivo: seguir desde cerca el censo que, por estos días, lleva adelante ACUMAR en el barrio Las Mercedes, en la localidad de Virrey del Pino. «Queremos controlar cada paso», habían adelantado.
Los operativos se centralizan en la sociedad de fomento del barrio. Según explicaron desde ACUMAR, el motivo por el cual las tareas se realizan en ese lugar se debe a las comodidades que ofrece la estructura del espacio.
Sin embargo, para los vecinos se trata de un inconveniente. “La sociedad de fomento está ocupada por punteros de la empresa, por eso es difícil que la gente quiera acercarse”, planteó a El1 Digital Susana Aranda, una de las referentes del barrio, quien llevó adelante una huelga de hambre que se extendió por casi 40 días.
En esta dirección, Aranda expresó su preocupación porque los estudios no tengan validez legal en la causa, puesto que “no podrá determinarse si los que contaminan son de esta empresa u otra”.
El pasado miércoles, un grupo de integrantes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza (APDH) se acercó al operativo para conocer cómo se estaban desarrollando las tareas. Desde ACUMAR expresaron que no existe una fecha límite para la finalización y que, en caso de que los vecinos sean encontrados con distintas patologías, se hará un diagnóstico, un control y seguimiento de cada caso.
El trabajo
Según indicaron desde ACUMAR, los esfuerzos están concentrados en tres etapas. La primera es una encuesta comunitaria. Luego se buscará conocer cuál es el estado de cada grupo familiar: se censan los hogares y se revisa a cada integrante de forma íntegra.
En tercer lugar, se realiza lo que se conoce como “una autopsia verbal”: se habla con familiares y conocidos de fallecidos de un radio determinado de cuadras para recolectar datos sobre los motivos por los cuáles se produjo la muerte. Por último, se brindará información al barrio y, posteriormente, se conversará con cada vecino para explicarle los resultados de sus análisis. “Todo esto se hizo en 2014 y no cambió nada. La gente está cansada”, renegó Aranda.
Fuente: El1 digital