Crece el desempleo y ya hay más de 114.000 matanceros sin trabajo
El dato, que surge de relevamientos del IINDEC, evidencia la dificultad para conseguir empleo. De acuerdo a un sondeo del Ejecutivo local, en el primer semestre, uno de cada tres comercios del Distrito despidió empleados.
En los últimos meses, las menores oportunidades laborales y la dificultad en la generación de puestos de trabajo empujaron las cifras de desempleo: en La Matanza, en solo un trimestre, casi 25.000 personas más se incorporaron a la población que busca trabajo y no lo encuentra.
El dato surge de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC que, en el último trimestre de 2016, arrojó que los desempleados matanceros eran 89.500. Durante el primer trimestre de 2017, esa cifra ascendió a 114.381 personas.
El desempleo no es sinónimo de desocupación -categoría que designa a las personas que tenían empleo y lo perdieron-, sino que da cuenta de la población que está en búsqueda de una ocupación laboral y el mercado no le da respuesta.
“Lo que puede ocurrir es que entre esos casi 25.000 nuevos desempleados de este año haya gente que quedó desocupada, o chicos que entraron en edad laboral y porque lo necesitan o porque alguien en sus familias se quedó sin trabajo, salen a buscar empleo”, analizó la secretaria de Producción de La Matanza, Débora Giorgi, en diálogo con El1 Digital.
La presunción de Giorgi no es azarosa: además de una fuerte caída en las ventas minoristas, el relevamiento que la cartera que dirige viene realizando mensualmente en más de mil comercios de todo el Distrito también dio cuenta de que, en el primer semestre, uno de cada tres comerciantes despidió trabajadores.
En las PyMEs, la situación no dista mucho de esta realidad. “A partir del empeoramiento de la situación productiva, ya visitamos 50 pequeñas y medianas empresas en lo que va del año: allí, la caída de la actividad es de 26 por ciento en promedio, partiendo de la comparación de un año como 2016, que ya era malo”, agregó la funcionaria.
Dentro de ese promedio, las que menos perdieron tuvieron que absorber una caída interanual de la actividad de 20 por ciento, pero otros casos, vinculados a rubros como el plástico, ya rozan el cien por ciento de retracción. Del total de firmas visitadas, el 24 por ciento perdió empleo este año, lo que equivale a que, solo en ese universo relevado, se extinguieron 77 fuentes de trabajo, entre despidos y retiros voluntarios.
“El dato que resalta es que, más allá de los motivos que llevaron a esas pérdidas, las fuentes de trabajo no fueron reemplazadas, es decir, que los planteles reales de trabajadores fueron disminuyendo porque, ante la menor actividad, no hay demanda de empleo. Es un proceso lógico: hoy, muchas empresas están trabajando solo para tener stock porque no tienen modo de ubicar su producción”, resumió Giorgi.
“Los puestos que se pierden, no se recuperan”
La caída de la actividad productiva ante la depresión del mercado interno y la apertura de importaciones incide en la caída del empleo y la poca generación de fuentes de trabajo. En el sector metalúrgico, uno de los más afectados a nivel local, hace pocos días se dio una situación que da cuenta de cómo se van perdiendo fuentes de trabajo: la fábrica de ascensores Servas, de Laferrere, despidió a 23 empleados de su planta. Tras algunos días de conflicto y con la intervención del sindicato, nueve de los despedidos arreglaron un retiro voluntario y los 14 trabajadores restantes fueron reincorporados.
“Esta era una de las empresas más productivas de La Matanza: en 2015, había incorporado empleados y aumentado la producción, pero la importación los afectó demasiado. Y esto es lo que está pasando en todo el Distrito: fuentes de trabajo que se van perdiendo y no se vuelven a recuperar porque no hay producción. Los empleos que se ahorran con los retiros o jubilaciones no son reemplazados”, planteó Hugo Melo, secretario general de la UOM local.
En el calzado, otro de los rubros mano de obra intensivo más relevantes a nivel local, el panorama se repite. “Llevamos perdidos entre 550 y 600 puestos de trabajo y la generación de puestos de trabajo es cero. Seguimos perdiendo empleo y, mientras la gente siga sin plata para consumir, la situación no va a mejorar. Es alarmante”, lamentó Ernesto Peralta, secretario general del sindicato que nuclea a los trabajadores del sector en La Matanza.
Fuente: El1 digital
