Aseguran que las metalúrgicas funcionan “casi al ciento por ciento”, pero con temor al rebrote
Desde el sector, indican que una de las problemáticas que afrontan, de cara a la pospandemia, es que «el capital de trabajo quedó reducido».
Acasi un año de la implementación del aislamiento social estricto por el coronavirus, algunos sectores industriales quedaron más golpeados que otros, por lo que les cuesta más volver a arrancar a pesar del tiempo transcurrido. En el caso de la metalurgia, si bien el horizonte no es todo color de rosa, las expectativas son más positivas que negativas.
En diálogo con El1 Digital, el presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica (CAMIMA), José Luis Ammaturo, expresó que, a pesar de que el 2020 “fue un año complejo, con muchos meses parados”, desde octubre “ya hubo mayor actividad”, aunque “es diverso en cada rubro particular”.
En ese sentido, indicó que “la industria metalúrgica atiende otras industrias, como minería, automotriz, construcción y alimenticias” y que la situación varía en cada caso, aunque, “de alguna manera, se empezó a trabajar y las PyMEs siguen en marcha, haciendo uso de su capital de trabajo, que quedó reducido y, por tanto, es lo que más preocupa”.
Por su parte, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica de La Matanza (UOM), Hugo Melo, coincidió con Ammaturo y señaló que el sector “estuvo muy resentido” hasta fines del 2020, pero que, por estos días, “la actividad trabaja casi al cien” y que “solo faltan aquellos trabajadores mayores de 60 años o que tienen problemas de salud”.
Además, y casi un año después del ASPO, Ammaturo consideró que “el cese de actividades total fue un error porque las industrias no generan contagios, ya que no se registró ninguno”. “Por el contrario, las industrias tienen protocolos y aportan al conocimiento de cómo tratar el COVID-19. Ojalá no haya otro cierre total porque el rubro no lo aguantaría”, añadió, ante un posible rebrote.
Sin cierres definitivos durante la pandemia
Con respecto a la posibilidad de que alguna empresa del rubro hubiera cerrado en forma definitiva durante los meses de aislamiento social por el coronavirus, Ammaturo consignó: “Entre nuestros asociados, no se registró ningún cierre, aunque es posible que haya habido alguno. Igual, estamos lejos de otros rubros mucho más perjudicados por la pandemia, como gastronomía y hotelería”.
En esa sintonía, Melo destacó que, en La Matanza, “no se cerró ninguna fábrica, salvo alguna muy chiquita” debido a que “estuvo la mano del Estado con el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP)”. “La ayuda del pago de los salarios hizo que muchas fábricas se pudieran recuperar”, subrayó. Además, comparó la situación actual con los últimos años, durante la gestión de Cambiemos: “En los cuatro años de Gobierno macrista, en La Matanza, se cerraron 120 empresas, pero en un año terriblemente complicado, como el 2020, con la actividad paralizada dos o tres meses, no se cerró ninguna”.
Negociaciones paritarias, con aumento de 39,6 por ciento
Con respecto a las paritarias de los metalúrgicos, Melo aseguró que se llegó a un acuerdo que estipula un aumento del 39,6 por ciento, que se divide en dos etapas: un 29,6, en enero y el diez restante, en febrero. Al número, se suma un bono de 30.000 pesos dividido en cinco cuotas de 6.000, que se otorgó el año pasado. “Es negativo teniendo en cuenta los bajos salarios que tenemos los metalúrgicos, que siempre hemos tenido más pérdidas que ganancias”, indicó, y agregó que, “desde febrero, los metalúrgicos no ganan menos de 44.000 pesos, pero la realidad es que se debería estar más arriba”.
Fuente: El1Digital