Alarma de las Pymes por las medidas contra el consumo interno y anuncios de más importaciones
“Cuando todos los datos de la economía confirman una fuerte y sostenida caída del mercado interno durante 2016, el Gobierno elimina el reintegro del 5% del IVA por las compras con tarjeta de débito de hasta 1.000 pesos. Según consta en el Presupuesto aprobado para 2017, esto implica unos 7.500 millones de pesos que se sustraerán a la demanda masiva”, asegura en esta columna el titular de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), Eduardo Fernández.
Debemos recordar que 2016 terminó con un saldo catastrófico para la actividad económica. Según cifras del INDEC, el PIB cayó en el tercer trimestre un 3,8%. Esta caída se relaciona directamente con la disminución del consumo privado y una pérdida de más de un 10 % promedio del poder adquisitivo, que es mucho más acentuada para los sectores de ingresos medios y bajos en un contexto de masiva pérdida de puestos de trabajo y suspensiones.
Este aumento de los gravámenes sobre el consumo no sólo deteriora aún más la situación de las Pymes, que se sostienen fundamentalmente por sus ventas en el mercado interno. También confirma una profundización del actual esquema regresivo e inequitativo de la distribución del ingreso. Mientras el ajuste en el gasto recae sobre los segmentos de menores recursos y las Pymes, se beneficia en cambio a sectores concentrados y de altos ingresos mediante el “blanqueo”, baja de Bienes Personales, condonación deudas y/o subsidios a prestadoras de servicios eléctrico. Ahora se anuncian mayores quitas de retenciones a grandes exportadores agropecuarios para 2018.
Para mayor alarma, el nuevo ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, confirma que el plan del Gobierno es continuar aumentando las importaciones de bienes manufacturados, bajo el argumento de que “es lógico que la competencia importada nos ayude en la batalla antiinflacionaria”.
El ministro no parece haber tomado nota de que durante 2016 la política de aumento de importaciones llevó al cierre de empresas y la destrucción de empleos, sin que disminuya por eso la expectativa inflacionaria, con sostenidos aumentos de tarifas de servicios (energía eléctrica, gas, agua, peajes, combustibles, prepagas). A ello se agregan las constantes subas de insumos y de productos de consumo masivo por parte de los grandes formadores de precios y superficies comerciales.
Desde APYME expresamos nuestra profunda preocupación por este rumbo, que va en sentido contrario a la imperiosa necesidad de sostener la actividad, la producción nacional y la demanda en el mercado interno, fuente de ingresos para las Pymes y expresión del poder adquisitivo de la población, hoy seriamente restringido.
Fuente: InfoGEI