Nueva serie de reuniones esta semana con las automotrices
Pese a las recientes quejas del gobierno nacional por los precios de los cero kilómetro, las fábricas automotrices ratificaron sus listas vigentes e insistieron con el reclamo de una política de asignación de divisas más dinámica y más importante en términos cuantitativos.
En diálogo con Tiempo Argentino, las empresas renovaron además el reclamo contrario a los impuestos internos, dando forma a un pedido global que hace juego con las negociaciones a nivel regional para restablecer los acuerdos de libre comercio.
En el encuentro con el secretario de Comercio, Augusto Costa, las compañías se comprometieron a presentar sus estructuras de costos en una nueva reunión de carácter inminente. La intención que defiende la dependencia pública es asegurar que las posibles modificaciones se calculen a partir de los gastos reales de las fábricas. En ese contexto, ayer Costa insistió con que «hubo una sobrereacción de las automotrices» en los aumentos de precios que se producen, paradójicamente, a la par de la caída de la demanda.
A este marco particular, el secretario sumó críticas al rol que jugaron las firmas frente al programa crediticio oficial Pro.Cre.Auto: «No prestaron colaboración o boicotearon, llámelo como le parezca mejor», sentenció en diálogo con Tiempo (ver entrevista al lado).
Entre las empresas prima la decisión de no mover los precios actuales. Incluso, varias vaticinan que la industria tendrá un 2015 muy similar a 2014, un razonamiento que enciende la alarma si se considera que el año pasado hubo aumentos promedio del 50% en los vehículos comunes y de hasta el 100% en el segmento de alta gama.
Pero la agenda de las automotrices focaliza en la asignación de divisas para importar insumos. Entre las consultadas, una de las terminales que integra el Top 5 de las más vendedoras del país hizo especial hincapié en ese tema y alertó por una supuesta imposibilidad de operar con el mercado de cambios «desde hace tres semanas», lo que explica «la baja de la actividad». En ese orden, para la empresa consultada, el congelamiento de los precios será simplemente «maquillaje selectivo» pero no atacaría la problemática de fondo.
En sintonía, fuentes de otra de las terminales que está en la cumbre de las más vendedoras, consideraron a este medio que «para poder satisfacer la demanda este año habrá que mantener el flujo de divisas adecuado», una cantidad que estimaron por encima de los U$S 100 millones mensuales de la actualidad. El gobierno, aseguraron los voceros, no pidió la retracción general de los precios sino que abogó por disminuciones «en algunos productos».
Si bien hubo compañías que defendieron sus listas de precios actuales sin concesiones, hubo otras que reconocieron los aumentos pero mostraron a este diario un perfil más dialoguista. Una de las empresas de origen francés que operan en el país tomó distancia de la polémica y consignó que la estrategia en 2015 «es mantener precios competitivos, sumar herramientas comerciales de financiación atractivas y comunicar los beneficios de nuestros productos» de cara a los objetivos de producción y ventas. En contraposición con fábricas que reconocieron incrementos del 2% en enero y febrero, esta compañía aseguró que sus modificaciones en los primeros meses del año estuvieron entre el 10 y el 15%, pero amplió las razones de los aumentos también a los impuestos internos.
El grupo empresario suscribió también al tema de los dólares. «Hubo un planteo (a Costa) no sólo de más cantidad si no de mejor continuidad, para que no se interrumpa el flujo», explicó un referente. En los últimos días, agregó, «se pudieron pagar compromisos pero hubo semanas anteriores en las que no, y eso complica la relación comercial tanto con los proveedores como con las casas matrices». La voluntad oficial, según averiguó Tiempo, es privilegiar en la asignación de divisas a las empresas que tienen déficit comercial «como las europeas franco italianas».
En sentido amplio, la actividad automotriz está atada en buena medida al comercio regional con México y Brasil. En marzo vencen los acuerdos que Argentina y el país vecino firmaron con los norteamericanos para fijar cupos de importación que no afecten a las industrias del Mercosur, comparativamente más débiles. En ese contexto, las terminales ejercen enormes presiones para evitar la renovación de los pactos y consolidar un esquema de libre comercio.
Fuente: InfoNEWS
