La actividad industrial, reflejo de una economía en baja y que no levanta
El expresidente de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio de Mendiguren, analizó el presente del sector. Cuál es la diferencia entre cada industria en la generación de empleo, por qué el RIGI es malo y el riesgo del «industricidio».
Estoy viendo a la economía y a las industrias con preocupación, porque un gobierno debe gobernar para todos. Pero, en el caso de la industria manufacturera, se tomaron medidas que están causando estragos. Ya estamos hablando de un industricidio.
El Presidente, Javier Milei, visitó la Unión Industrial Argentina en el Día de la Industria y les dijo a los industriales, en la cara, que vivían de lo que le habían robado al campo. Esto lo dice un presidente en un país en el que se debe generar la sinergia productiva entre el campo y la industria. Ir con esta propuesta para incrementar esta grieta no tiene sentido, hay que ver cómo sumar, no cómo restar.
Cuando uno habla de industrias y de índices, es importante analizar. Hay industrias concentradas a las que no les está yendo nada mal, como las relacionadas al petróleo, a la minería y al gas. Pero estas industrias no tienen que ver con la metalurgia o las manufactureras porque dan cifras, pero no dan empleo. No son industrias que derramen empleo. Creo que la política industrial del Gobierno sirve para algunos sectores muy concentrados, pero no para el resto de los argentinos.
Por este camino, vamos a un camino que no genera nada. Nosotros proponemos seguir invirtiendo y llamando a las inversiones, pero de una forma que le quede algo a los argentinos. La oposición tiene que hacer entender a la gente qué es una cosa y qué es otra. Y hacernos cargo de los errores cometidos para haber llegado a esta situación.
Críticas al RIGI
El Régimen De Incentivos a las Grandes Importaciones (RIGI), fundamentalmente, hace que las industrias que entren por el régimen, en lugar de dar trabajo y tecnología a las industrias locales, pueden traer todo, inclusive, usado. Esto es libre de aranceles, girando la plata al exterior y sin necesidad de liquidar en Argentina. Además, se les dan ventajas por 30 años, con Impuesto a las Ganancias y, en caso de conflicto, directamente, litigan en Nueva York. En términos concretos, esto significa que a la Argentina no le queda nada, menos en lo que hace a dar empleo y recaudar.
Esto va a contramano del mundo. Por ejemplo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que es el dirigente en el que Javier Milei se referencia, está yendo al proteccionismo más importante de los últimos cien años del país. Dijo claro que no van a perder empleos. Y hace política industrial como Brasil, Alemania e Italia. Pero Argentina hace lo contrario y dice que el mercado establezca las pautas.
Fuente: El1Digital
