Aseguran que está en riesgo el 80% del empleo
Las Pymes contraatacan.
Desde la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA) emitieron un comunicado en el que advierten que ni la ley antidespidos ni su posible veto por parte del presidente Mauricio Macri solucionan la sangría que atraviesa el sector, ya que las pymes no despiden, sino que directamente se funden y cierran.
El secretario General de la entidad Raúl Zylberzstein reclamó «que el proyecto primario debería estar abocado a las Pymes que son las dadoras del ochenta por ciento del empleo del país y no como una cláusula auxiliar de una legislación elaborada para las grandes corporaciones».
Además, sostuvo que parece que el oficialismo y la oposición debaten “un pase de facturas político” que toma de rehenes a los trabajadores y a los pequeños empresarios.
El comunicado explica que “el empleo no es homogéneo”, y hay grandes diferencias entre el empleo estatal, el privado, el empleo en las grandes empresas, en las pymes, en el campo, en los importadores, por lo que Zylberzstein remarcó que “el primer error es tratar de abarcar a todos con una sola norma”.
En ese sentido, manifestó que el Ejecutivo Nacional “sólo pretende esperar seis meses hasta que la situación se revierta”, que el proyecto del Senado insta a suspender los despidos por seis meses y a aplicar una doble indemnización, y, en el caso del proyecto del Frente Renovador, “lo único que propone es diferenciar entre las pymes que cuentan con más o menos de 40 empleados, sin desclasificar por el tipo de empresa”.
“Un importador con apenas cuatro personas en su planta puede vender la misma cantidad de mercadería que un industrial produce a través del trabajo de doscientas, con lo cual, de manera absurda, se estaría beneficiando a quien importa y castigando a quien da empleo”.
El principal problema del sector Pyme tiene que ver con la competitividad frente a las grandes empresas, para lo cual reclaman una legislación que aliviane la carga tributaria y mitigue el impacto de los tarifazos.
Finalmente, Zylberzstein apeló al razonamiento colectivo de todo el arco político, siendo que hoy cree que “todos los caminos planteados conducen al ocaso”, porque consideró que “el proyecto de ley es malo” pero que “su veto sería aún peor”, dado que concluyo diciendo que “no sería nada bueno sumarle al actual conflicto de empleos una nueva crisis derivada del costo político de vetar la legislación de emergencia laboral”.
Fuente: Agencia NOVA
